Sin empacho alguno
hoy en día vemos infinidad de carreras que incluyen en su nombre pomposamente
el slogan: “carrera por la salud” y/o cualquiera de sus variantes como si fuera la panacea, pero en el mundo de
la carreras parece que pocas afirmaciones son tan falsas y/o engañosas como
esta, y lo que parece ser aliciente en el torbellino de las estadísticas de
obesidad (y los problemas de salud asociado a ella) termina siendo un
mejoralito y/o un chochito a lo mucho.
El desinterés,
desconocimiento y la poca pasión por lo que hacen al organizar una carrera da
como resultado eventos desangelados, de moda, eventos recaudatorios y no contributarios,
en donde la salud es lo de menos; lo que se necesita es que se recupere el espíritu
del deporte, de la actividad física, que el corredor se vuelva el centro de la
carrera y no la periferia, que correr vuelva ser tan sencillo como su
naturaleza misma.